Cocinar postres sin horno tiene muchas ventajas, ya que no existe riesgo de que el postre se queme o la masa de una tarta quede cruda y porque sus ingredientes al mezclarse y meterse en el refrigerador quedan tan consistentes que pueden ser disfrutados en minutos. A continuación, os presentamos siete recetas de postres para sorprender sin necesidad de usar el horno.

Brownies de chocolate

Al incluir tres clases de chocolates, un horno parece que sobra… Los brownies son la solución perfecta ante cualquier imprevisto. Tienen una consistencia incomparable, se derriten en la boca y dejan una sensación de saciedad que levanta el ánimo a cualquiera.

Ingredientes para el brownie

1 taza de migajas de entre 8 y 10 galletas tipo Graham (de avena, miel o trigo)

1 taza de avellanas asadas, finamente picadas

1 taza de polvo de cacao

1 cucharadita de sal Kosher (sal gruesa) 

1 taza de leche condensada

113 gramos de chocolate amargo, derretido


Elaboración del brownie

Cubrir una fuente para hornear cuadrada de 20×20 centímetros con dos capas de papel de hornear o papel encerado. Engrasar ligeramente con mantequilla o espray para hornear.

En una taza grande, mezclar las galletas, avellanas, cacao y sal. Verter la leche y el chocolate derretido y revolver firmemente para combinar muy bien, para finalmente colocarla en la fuente para hornear preparada previamente. Cubrir con papel transparente y presionar con firmeza sobre la fuente para que quede compacto.

Dejar enfriar por lo menos por una hora, hasta que esté lo suficientemente firme para cortar. Retirar el papel de hornear para remover los brownies de la fuente. Cortar los brownies en pequeños cuadrados. Tendrán la consistencia de un caramelo blando, pero estarán bastante firmes.