CANCIONES QUE SE RESISTEN.


¿Llevas años recibiendo clases de canto y sigues sin poder cantar esa canción que tanto te gusta?

¿Hay canciones que te cuesta tanto cantar que llegas a pensar que puede que tu voz no esté hecha para cantarlas?

Me alegra decirte que no es así.

Que puedes llegar a cantarlas con el entrenamiento adecuando.


¿Qué descubrirás en esta clase?

  • Qué quiere decir exactamente que una canción se te resiste.

  • Por qué algunas canciones se te resisten

  • Qué puedes hacer para dejar de sufrir con esas canciones


Se trata de esas canciones que te encantan pero que te ves incapaz de cantar.

Cuando has intentado cantar una de esas canciones alguna vez, al llegar al clímax de la canción pasan cosas. O te paras en seco, o tu voz cambia de golpe, o te ves gritando a lo loco.

Todo eso se hace notar y rompe la canción totalmente, así que la dejas ahí aparcada hasta que pase un tiempo.

Cuando la vuelves a intentar cantar pasa lo mismo.

Y piensas: “¿Qué pasa con esa canción? ¿Está hecha para cantantes privilegiados? ¿O es que mi voz nunca podrá cantar algo así?”

Pues te diré que una de las cosas que más me gustan de mi trabajo es cuando un alumno me dice: “¡Ostras! ¿En serio estoy cantando esta canción? Nunca me vi haciéndolo porque para mí era algo imposible”.

En esos momentos, algunas veces hay hasta lágrimas, depende del nivel de frustración que lleve la persona en cuestión.

Y es que hay canciones que se nos cruzan y nos parecen inaccesibles, pero sin embargo volvemos a ellas una y otra vez porque hay un magnetismo que nos atrae a ellas.

Cuando consigues cantar una de esas canciones que tanto te gustan y que llevas tanto tiempo soñando con ser capaz de cantar, la sensación de poder es muy grande. De repente te sientes tan fuerte que piensas que podrías cantar cualquier canción que te pusieran delante.

Lo primero siempre es definir, así que vamos a ver qué significa exactamente que se te resista una canción.


¿Qué quiere decir exactamente que una canción se te resiste?


Básicamente, que no la puedes cantar como quieres o no puedes conseguir que suene bien.

Porque cuando ya hay algunas canciones que puedes cantar, sean las que sean, significa que ya tienes cierta base.

Puedes hacer que ciertas canciones te suenen bien, o medianamente bien.

Generalmente esto ocurre con canciones que están por debajo del primer puente de voz, es decir, toda la canción está en un rango cómodo, de voz de pecho.

El problema está con otras que tienen muchos cambios o notas que tocan el primer puente de voz.

Y ahora mismo no sabes encontrar la manera correcta de cantarlas.


¿Por qué algunas canciones se te resisten?


Hoy me voy a centrar en un motivo muy común, el que te explicaba hace un momento: que las canciones donde aparecen las dificultades son las que se mueven no sólo en las notas cómodas sino también en las notas que se encuentran precisamente en los puentes de voz. Concretamente en el primero.

Esas notas del puente suelen encontrarse en el punto álgido de la canción, donde encuentra su clímax.

En ese momento se produce un cambio en tu manera de articular las notas y si no has aprendido a gestionarlo bien, entonces es cuando el sonido cambia de forma brusca, o pierdes potencia o sientes que estás gritando.

Todo eso afecta al sonido, pero también a tu instrumento, que sufre con esa mala técnica.

Las canciones que más nos gustan suelen moverse en las notas del puente. Y esto tiene un sentido lógico. Las notas del puente son las notas donde las emociones se vuelven reales.

Obviamente depende del contexto de la frase en la canción y del modo en el que esté enfocada.


Algunos profesores te dirán que la solución está en bajar el tono general de la canción


Y esto puede ser una solución, pero con 2 condiciones.

1: Que mantengas un margen de “honestidad”

Esto no es más que el rango de notas en las que todavía es creíble decir la frase. No te puedes pasar de bajar el tono porque puede dejar de ser emocionalmente correcto.

Yo a mis alumnos les digo: lo suyo es que cantes la canción en este tono, pero tienes como margen de esta nota a esta otra.

Dentro de ese margen siguen manteniendo la tensión emocional que se necesita para esa canción y se pueden adaptar mejor a los instrumentos que van a hacer el acompañamiento.

Por supuesto también está el tema del tipo de voz.

Por ejemplo, si tu voz es de hombre y quieres cantar una canción de mujer tienes que buscar el sitio donde, para tu voz, es creíble cantar esa frase. Dónde la dirías, suele ayudar bastante a encontrar dónde debes cantarla.

Y dónde la dirías está íntimamente relacionado con las emociones que quieras transmitir en el momento.


2: Que las notas graves no supongan un problema

Me he encontrado algunas personas que me dicen: “no, las notas agudas no son mi problema, mi problema son las graves”.

Al escucharles veo que las notas agudas para ellos no llegan al puente, con lo que todo el rato están cantando en un rango cómodo, de voz de pecho.

Como han bajado la canción de tono hasta un lugar donde las notas agudas son cómodas, las graves quedan en lugares imposibles de cantar y antinaturales.

Si no conseguimos que se cumplan esas dos condiciones para poder bajar el tono, entonces sólo nos queda una solución para poder cantar esas canciones que se nos están resistiendo.


Trabajar tu primer puente hasta que consigas gestionarlo correctamente


Te aviso que esto no es ningún parche, es la solución definitiva, la correcta.

Te garantizo que con este trabajo consigues el nivel de emoción que se necesita en el clímax de la canción sin gritar.

Como solución definitiva y correcta lleva su tiempo, su esfuerzo y sus sacrificios.


No va a ser rápido, vas a tener que currártelo un montón.

Eso sí, una vez lo consigas vas a sentir que podrías cantar cualquier canción y que ya no hay nada que se te resista. Esa sensación te hace muy fuerte como cantante y como persona.