¡Buen miércoles, chic@s!

Hoy toca escribir sobre un tema que nos tiene preocupados últimamente y no solo porque todavía los tiempos no son aptos para que acudamos a un Centro de Entrenamiento para ponernos en forma. Ir al gimnasio es una opción más de las muchas que tenemos, normalmente, a nuestro alcance para cumplir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud respecto al ejercicio necesario para un envejecimiento activo.

Sabemos de primera mano que estas instalaciones deportivas NO solo están pensadas para personas que quieran perder peso o aumentar el volumen de sus músculos. En un gimnasio, hay alternativas para adaptarse a cualquier nivel de actividad física, estado de forma o edad. Las máquinas disponibles son buenas aliadas a la hora de hacer ejercicio de forma segura y sacando el máximo provecho a tu esfuerzo. Muchas de ellas están diseñadas para trabajar músculos y articulaciones evitando el impacto y, además, en todas, podrás establecer el grado de dificultad al que quieras enfrentarte,

En nuestro Gimnasia Virtual hoy entraremos en un tema poco habitual, a ver si es posible convertir nuestro propio cuerpo en una máquina de fitness. Y si, hablo en serio, lo intentaremos. Pero antes un poco de información nos vendría genial para sacarle provecho al palo y la silla, literalmente, que utilizaremos en el entrenamiento de hoy.

Ya sabemos que los huesos no son capaces de contraerse, pero actúan como palancas en el movimiento. El movimiento de la palanca lo generan los músculos. Toda palanca necesita un punto de apoyo sobre el que actúan dos fuerzas opuestas – la potencia y la resistencia. La potencia, es la fuerza que provoca el desplazamiento. La resistencia es la fuerza que se opone al movimiento.

Un mecanismo de palanca permite comprobar la acción de los huesos, que como palancas, multiplican la fuerza de los músculos. Entre las principales funciones del esqueleto están el favorecer la locomoción y permitir el desarrollo de movimientos rápidos. Los músculos pueden contraerse bruscamente pero sólo son capaces de reducir su longitud en una pequeña fracción. Gracias a que están unidos a los huesos pueden multiplicar la eficiencia de su movimiento. Así, cuando se unen al extremo de un hueso largo, pueden provocar un desplazamiento mucho mayor en el otro extremo. Por este motivo se dice que en su conjunto, los huesos, las articulaciones y los músculos constituyen palancas. Las principales palancas del cuerpo humano se hallan en las extremidades, y están destinadas a permitir grandes, amplios y poderosos movimientos. Las de las piernas son más fuertes que las de los brazos, aunque tiene menos variedad de posiciones al moverse. 

Existen tres tipos de palancas:

· CABEZA -Se trata de una palanca en un sistema en equilibrio.

· TOBILLO – Una palanca de fuerza para saltar y correr moviendo todo el peso del cuerpo que descansa sobre ellos, que sería bastante complicado de otra forma

· CODO – La palanca que posibilita los movimientos veloces y dinámicos. Se consigue una buena amplitud de movimientos aunque con menos fuerza.

Normalmente, los centros deportivos están enfocados y diseñados para un público más joven, lo que hace que las personas de edad avanzada no se sientan cómodas dentro de este ambiente. Ya sabemos que una mayor atención y otro ritmo de entrenamiento distinto nos conviene mucho mas.

Por eso, en el año 2006, Sheldon S. Zinberg decidió montar el primer gimnasio para la tercera edad en California, Niftyafterfifty (Nifty después de los cincuenta). Zinberg pensaba que las personas físicamente activas gozaban de un mejor estado de salud a largo plazo en comparación con las personas sedentarias, por lo que decidió crear este centro de fitness para atender solamente a personas mayores de 50 años. Actualmente cuenta con 26 centros repartidos por cuatro estados del país.

Según el American College of Sports Medicine y la American Heart Association, es recomendable hacer un mínimo de cinco sesiones a la semana de ejercicio aeróbico de intensidad moderada y al menos dos sesiones para mejorar la fuerza y la movilidad. Así que lo que viene en continuación en el video es justo lo que necesitamos.

Tener en cuenta que estaría bien hacer entre 2 hasta 5 minutos de ejercicios cardiovascular que iréis combinando con los ejercicios de fuerza con el palo. Las series son 3, cada una de 10 repeticiones. Después de cada serie de fuerza hacer una aeróbica y según estado físico personal, repetir la rutina entre 3 y 5 veces.

Hábitos Saludables: No dejéis de utilizar vuestra imaginación. Cualquier mueble o utensilio es apto para practicar deporte en casa – sillas, bancos, muebles, cucharas, palos, rodillos, libros, botellas de agua, paquetes de harina, azúcar, etc…también son herramientas de entrenamiento. 

Espero que esta información os sea útil,

Hasta la semana que viene.

PINCHA DEBAJO PARA VER EL VIDEO.

YouTube

Al cargar el vídeo, acepta la política de privacidad de YouTube.
Más información

Cargar vídeo