Vamos a seguir hoy paseando nuestra ciudad, con una ruta de algunos de los espacios verdes más emblemáticos de nuestra ciudad. La ruta de hoy, aunque la realizamos con el grupo de senderismo en un día lluvioso, el recorrido merece la pena por la gran variedad de espacios distintos con los que nos vamos a deleitar.

El recorrido de hoy tiene una longitud aproximada de 8 kilómetros y una dificultad baja, apta para todo tipo de personas.

Para empezar la ruta, el lugar de salida de los y las andarinas es la estación de Metro de Francos Rodríguez, tomaremos la calle con este mismo nombre para hacer entrada en unos de los espacios verdes más populares de nuestra ciudad. Nos referimos a la Dehesa de la Villa.


La Dehesa de la Villa está situada al noroeste de la ciudad, junto a la Ciudad Universitaria. Su principal característica es que mantiene su condición de bosque, con espacios ajardinados en las zonas colindantes a los espacios urbanos, donde podemos destacar las plantaciones de cedros.

Este espacio tiene una importante variedad de avifauna; se han avistado en ella más de 70 especies de aves, lo que la convierte en una joya dentro de todos los parques de Madrid. Los vecinos y usuarios la perciben como un auténtico bosque dentro de la ciudad.

En tiempos de Isabel II se comenzó la repoblación con pinos, principalmente piñoneros y carrascos, actualmente los más comunes del parque. También hay almendros, sobre todo amargos, y acacias, habituales cerca de la calle Francos Rodríguez.

En las vaguadas húmedas aparecen chopos, fresnos y olmos. En las zonas ajardinadas se encuentran cedros y ciruelos de Pissardii. El sustrato arbustivo está principalmente compuesto por jaras, retamas, romero y zarzamoras, entre otras.

Desde nuestra entrada en Francos Rodríguez vamos a buscar la glorieta que da acceso a la antigua carretera de la Dehesa de la Villa, reconvertida hoy en un paseo ciclista y peatonal. Recorreremos este vial que tiene unas curvas muy significativas hasta llegar a un zig-zag amplio, nos encontraremos con la valla trasera de las instalaciones del CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas). En ese punto debemos desviarnos a la izquierda para tomar una senda que asciende ligeramente y nos conduce en primer lugar a un observatorio de aves y posteriormente nos lleva paralelos a la valla trasera del CIEMAT. Recorridos unos 700 metros pasamos bajo el famoso Cerro de los locos, conocido enclave bélico durante de la Guerra Civil.


Pasado este enclave, la pista hace un giro de izquierdas recorriendo por la parte alta la vaguada que podemos ver  abajo a nuestra derecha. La pista bordea toda la vaguada, como si quisiera buscar los edificios de la Ciudad Universitaria que vemos al fondo. Precisamente cuando nos topamos en el otro lado de la vaguada con el primer edificio universitario, el Colegio Mayor Antonio Gistau, tomamos la calle Valle de Arán que sube en dirección a su confluencia con la calle los Pirineos, que es la puerta del famoso Colegio de Huérfanos. Desde este punto debemos seguir la calle en línea recta, y cuando la misma calle Valle de Arán gira a la izquierda, a nuestra derecha aparece una senda peatonal con unas escaleras, que bajaremos en busca de la Avda. de la Moreras, que tomaremos a nuestra derecha. Esta avenida confluye tras unos 300 metros con la calle Leonardo Prieto Castro, donde tomaremos el ramal izquierdo que pasa junto a la Facultad de Ingeniería de Montes.


Tras dejar atrás Montes, la Avda. de las Moreras termina en la calle Ramiro de Maeztu, donde a nuestra izquierda se encuentra el Colegio Mayor Nª Srª de África. En este punto giramos a la derecha siguiendo la calle Ramiro de Maeztu que bajará hasta la Escuela de Forestales, donde termina la calle y justo enfrente tenemos nuestro siguiente objetivo. El Real Jardín Botánico Alfonso XIII de la Universidad Complutense.

El Real Jardín Botánico Alfonso XIII tiene un diseño circular, en el cual podrás encontrar:

-Senda botánica: caminos situados en la parte más externa del jardín, entre los que encontrarás pequeñas plazas. Muy agradables de pasear en cualquier época del año, envolviéndote entre las diferentes especies que tienen. 

-Paseo circular: paseo pavimentado y amplio más céntrico del jardín, encontrándote con diferentes árboles frutales entre otros y en el que podrás ver los diferentes puntos de interés que os indicamos más adelante:

-Reloj biogeológico: en pleno centro del jardín botánico, podrás encontrar una plaza con función de reloj biogeológico, mostrando los periodos en los cuales se divide el transcurso del tiempo y la historia de nuestro planeta. La instalación consta de gráficos explicativos de los acontecimientos ocurridos a lo largo de la vida en nuestro planeta: explosiones de vida, extinciones masivas, aparición (y desaparición) de los grupos de seres vivos más notables, etc., junto a reproducciones en resina de antiguas formas de vida o fósiles.

-Gran avenida principal: une la entrada principal con la entrada trasera del jardín por donde hemos entrado, encontrándose el reloj biogeológico en el centro de la avenida. Se encuentra flanqueado por una hilera de tilos en los laterales de la avenida, muy recomendables de disfrutar a principios de junio con su floración, y de unos maceteros blancos a lo largo del camino, los cuales presentan una planta aromática en la base y un árbol o arbusto característico de la región mediterránea.

En este jardín podrás realizar el recorrido que te sea más atractivo, y en el edificio principal de entrada puedes encontrar aseos e incluso máquinas para tomarte un café o un refresco. Desde este edificio saldremos a la Avda. Complutense girando a la izquierda, en busca  de la glorieta del Cardenal Cisneros. Hasta llegar a esta glorieta dejaremos atrás la Facultad de Medicina, y el Metro de Ciudad Universitaria, y en el otro lado de la avenida, las Facultades de Ciencias de la Información primero, y más adelante, Agrónomos.

Llegados a la glorieta del Cardenal Cisneros, tomamos la Avda. de la Memoria dirección Moncloa, pero cruzamos en busca de la Casa de Brasil, y un poco más adelante el acceso a nuestro siguiente destino, El Parque del Oeste.

Este parque constituye también otro de los pulmones de la ciudad, estando además, muy próximo al centro. Su configuración es en forma de L. De manera que desde el punto en el que nos encontramos, casi ya en Moncloa, desciende en dirección al Paseo de Moret, donde gira en paralelo a la calle Pintor Rosales, pasando por el único Teleférico de Madrid, hasta el punto final de nuestra ruta, el Templo de Debod.

Con una superficie cercana a las 100 hectáreas este importante espacio verde se encuentra entre la carretera de A Coruña, la Ciudad Universitaria y la zona de Moncloa. El parque nació por la iniciativa del alcalde de Madrid, don Alberto Aguilera, en el año 1906, y fue obra de Celedonio Rodrigáñez, ingeniero agrónomo y director de Jardines y Plantíos del Ayuntamiento. Pasada la guerra civil, su sucesor en el cargo, Cecilio Rodríguez, se encargó de reconstruir el parque. 

El espacio cuenta con lugares tan singulares como el Teleférico, la Escuela de Cerámica o el Templo de Debod, cerca de la Plaza de España, un templo egipcio del siglo II a.C., regalo del Gobierno de Egipto al español durante la construcción de la presa de Asuán. En este lugar se encontraba el Cuartel de la Montaña, famoso por los sucesos de 1936, cuando fue asaltado por los madrileños en busca de armas para defenderse del ejército sublevado. En la zona encuadrada entre la Avenida de Séneca y el paseo de Ruperto Chapí se pueden apreciar aún tres búnkeres para ametralladoras de los veinte que se construyeron allí durante la Guerra Civil (esa misma zona cuenta con un bonito riachuelo artificial de 600 metros de longitud que puede recorrerse por un sendero lateral)


En el extremo sur del parque se encuentra la Rosaleda Ramón Ortiz, con 15.000 metros cuadrados, que alberga cada año desde 1956 el Concurso Internacional de Rosas Nuevas de la Villa de Madrid. El parque tiene carácter monumental y paisajista con un trazado general de jardín inglés con fuertes desniveles y caminos curvilíneos de inspiración naturalista.

Nuestra ruta que entrará en el parque por la Avda. de la Memoria, descenderá junto a los canales, estanques y minicascada que ocupan la parte central de esta zona del parque, hasta llegar a los nidos de ametralladora de la Guerra Civil que aún se conservan. En ese punto giramos hacia la izquierda, y cruzando la calle Ruperto Chapí, recorremos la otra parte de la L que hace el parque. 
En este momento caminamos paralelos al Paseo de Camoens, donde nos encontraremos con el Monumento a Simón Bolivar.

Disfrutaremos desde aquí de la belleza de este histórico parque, hasta confluir con el Teléferico que pasa sobre nuestra cabezas y un poco más adelante con la ya referida Rosaleda.

El Jardín de La Rosaleda de Madrid goza de una ubicación privilegiada dentro del Parque del OesteEstá abierto todos los días del año, la entrada es libre para todos los públicos y no es necesario hacer reservas. Se encuentra muy cerca de la estación de Príncipe Pío, de la Plaza de España, el Templo de Debod y del citado Teleférico.
El jardín fue diseñado en 1955 por Ramón Ortiz, jardinero mayor del Ayuntamiento de Madrid. En una extensión de 32 000 m2, en el que crecen anualmente unos 20 000 ejemplares de unas 600 variedades diferentes de rosales modernos (400 de porte bajo y el resto de trepadores, llorones, pie alto, etc…). Varios estanques completan la decoración de uno de los jardines emblemáticos de Madrid. En 2006, fue galardonada por la Word Federation of Rose Societies con el “Award of Garden Excellence”, reconociéndola como una de las Rosaledas excepcionales entre las de todo el mundo.

Con nuestra visita a la Rosaleda, nos enfilamos ya hacia el final de la ruta, el Templo de Debod, que pondrá punto y final a nuestra caminata de hoy.

El Templo de Debod, se trata de un templo egipcio del siglo II a. d. C. instalado en el Parque del Cuartel de la Montaña, cerca de la Plaza de España. El templo fue donado a España por el gobierno egipcio para evitar que quedara inundado tras la construcción de la gran presa de Asuán.

La construcción del templo la inició a comienzos del siglo II a. C. el rey de Meroe Adijalamani, quien dedicó una capilla a los dioses Amón e Isis. La capilla está decorada con relieves. Posteriores reyes de la dinastía ptolemaica construyeron nuevas estancias alrededor del núcleo original. Tras la anexión de Egipto al Imperio Romano, los emperadores Augusto, Tiberio y, tal vez, Adriano, culminaron la construcción y decoración del edificio.

En el siglo VI, tras la conversión de Nubia al cristianismo, el templo fue cerrado y abandonado. Ya en el siglo XX debido a la construcción de la presa , el gobierno egipcio lo regaló a la ciudad de Madrid y fue transportado, reconstruido piedra a piedra y abierto al público en su actual ubicación en 1972. La reconstrucción que se hizo en Madrid mantuvo la orientación de su lugar de origen, es decir, de este a oeste. Para comprender el significado de la ubicación del edificio, sus motivos decorativos y conocer su historia, se exponen maquetas, vídeos y proyecciones audiovisuales sobre las paredes.

Y con esta explicación del Templo de Debod, damos por terminada la ruta de hoy. Esperamos que os haya gustado y os esperamos en el próximo…PASEA TU CIUDAD

Os dejamos un plano de la ruta.