Volvemos a trasladarnos hoy hacia el norte de nuestra comunidad, donde ya tuvimos ocasión de hacer un parte de la Senda Genaro. Esta vez nos desplazaremos hasta el famoso Pontón de la Oliva para desde allí dirigirnos a las Cárcavas y a la población ya alcarreña de Alpedrete de la Sierra, para cerrando la ruta circular, volver al Pontón de la Oliva.

Como ya os explicamos, lo complicado estará en llegar en transporte público, como solemos hacerlo en el grupo de senderismo. En esta ocasión lo tendremos más fácil, entre comillas, ya que nos desplazaremos hasta Torrelaguna que tiene buena conexión por autobús con la capital. Pero desde aquí, para llegar al Pontón de la Oliva, tendremos que recorrer a los taxis de Torrelaguna. Como podemos compartir el gasto del taxi entre 4, el precio saldrá bastante económico por persona (de 3 a 5 euros por persona). Como la vuelta se hará del mismo modo, es una buena opción quedar a una hora con el taxista para la vuelta y que así os haga mejor precio.

Pero una vez en el Pontón de la Oliva, podemos comenzar nuestra andadura de hoy que tiene una dificultad baja y una longitud de 12 kilómetros, siguiendo los consejos de la muy recomendable página www.caminosdeguadalajara.es de la que damos buena cuenta para que la visitéis.

El Pontón de la Oliva.

En 1848 Isabel II Madrid tenía 206 000 habitantes, salvo una minoría de privilegiados que disponían de agua en sus residencias, el resto de los madrileños se abastecían de la que brotaba de 54 fuentes y distribuían 920 aguadores.

El 11 de agosto de 1851 se puso la primera piedra de la presa en un acto que contó con la asistencia del rey consorte Francisco de Asís de Borbón. En la obra trabajaron 1500 presos de las guerras carlistas, 200 obreros libres y 400 bestias, en durísimas condiciones. Las obras terminaron en 1856. La inauguración se celebró dos años más tarde, el 24 de junio de 1858, en la carrera de San Bernardo de Madrid, en un acto al que asistieron la reina Isabel II de España y todo el Consejo de Ministros.

Los ingenieros habían elegido mal el lugar donde erigieron la presa y pronto aparecieron filtraciones que arruinaron su capacidad de embalse. Debido a las filtraciones, en verano el nivel del embalse descendía por debajo del nivel del canal de salida.

A pesar de que ya no realiza la función para la que fue erigida, la presa del Pontón de la Oliva sigue en pie y forma parte del patrimonio histórico de la sierra de Ayllón. Actualmente la pared montañosa situada a la izquierda de la presa es utilizada por aficionados a la escalada.

Es bueno saber que desde este punto existe concordancia con otros senderos: Desde el pueblo de Alpedrete de la Sierra nos uniremos al GR-10 Senderos de la Miel, es un largo sendero que nace en Puçol (Valencia) y finaliza en Lisboa (Portugal). En el caso de Guadalajara arranca en el alto de Orea, pasa por Orea, Checa, Chequilla, Peralejos de las Trucjas, recorre el Alto Tajo hasta el Puente de San Pedro para subir al pueblo de Villar de Cobeta, pasa por el Monasterio de Buenafuente del Sistal, recorre el Hundido de Armallones, pasa por Valtablao del Róo, Oter, Carrascosa, Ruguilla, Cifuentes, Las Inviernas, Navalpotro, Torremocha del Campo, el barranco el río Dulce, Mandayona, Bujalaro, Jadraque, Cogolludo Arbancón, Muriel, Tamajón, Retiendas, Valdesotos, Tortuera de la Sierra y Alpedrete de la Sierra, a lo largo de más de 300 km.

Comenzaremos la ruta en el aparcamiento que esta situado a mano izquierda en la carretera que lleva a la presa de El Atazar. Siempre suele haber sitio, pues hay veces que el pequeño aparcamiento que hay junto a la presa suele estar lleno.

Desde el aparcamiento nos dirigimos al pontón; está perfectamente indicado y lo primero será cruzar la carretera, no tiene mucho tráfico, pero conviene hacerlo con precaución. Enseguida un amplio carril nos lleva hacia nuestro primer destino. Si nos fijamos a la izquierda quedan los restos de una primitiva ermita de la Virgen de la Oliva, un edificio de estilo románico-mudéjar en la que aún permanece en pie el ábside y el primer tramo de la nave, construidos en ladrillo y piedra. Se mantiene la bóveda de cuarto de esfera rematada por un arco apuntado y un arranque de bóveda de cañón también apuntada.

Poco después atravesaremos una barrera y llegamos a la parte suprior de la presa del Pontón de la Oliva. A la izquierda y por un voladizo nos meteríamos en el fondo del valle del Lozoya; nosotros seguiremos por un camino en descenso que llega a la carretera y de ahí al puente que salva el Lozoya en la parte baja del muro de contención.

Realmente es aquí donde comienza nuestra ruta, pues comenzaremos a caminar por la vía de servicio del Canal de Isabel II que tiene muchos baches y está mal asfaltada.

El camino comienza a ascender tomando dirección noreste y cuando llevamos casi medio kilómetro de subida y en una fuerte curva a la izquierda vemos que nos sale un carril que se interna en un olivar. Aquí comienza nuestro camino y que también va a ser parte del de regreso. Nada más entrar ya vemos las señales blancas y rojas correspondiente al sendero GR-10 Senderos de la Miel.

Cuando llevamos unos cien metros, el carril se convierte en senda y en este punto hay un cruce, seguiremos a la derecha que nos lleva primero en bajada y luego en una fuerte subida hacia las cárcavas que las vemos enfrente.

De vez en cuando hacemos alguna parada y nos detenemos a contemplar el paisaje que tenemos, con toda la vega del Jarama y cuando se termina de subir los dos repechos nos sale una senda a la derecha que nos lleva en un centenar de metros a un espléndido mirador de la cárcava. Aquí o bien regresamos a la senda principal o podemos continuar por una senda que sigue ascendiendo y ya nos lleva a la parte superior de la cárcava a 981 metros de altura.

Aquí nos detendremos el tiempo necesario, pues es digno de ver y admirar este fenómeno de la erosión en terrenos frágiles ya arenosos de esta parte de la presierra de Guadalajara.

Las vistas además son espectaculares ya que si tenemos un día claro incluso se ve la ciudad de Madrid, buena parte de la Sierra de Guadarrama, la Sierra Norte de Madrid y toda la vega del Jarama.

Retomamos nuestro camino y seguimos por la senda bien marcada que pronto se convertirá en un carril. Vamos entre jaras y nuestro nuevo carril toma dirección noreste.
Vemos bellas vistas de la zona de la sierra entre Guadalajara y Madrid.

Dejamos a derecha e izquierda varios carriles que nos salen hasta que a unos 800 metros de la cárcava llegamos a una pista principal, que la seguiremos a la izquierda. Cerca tenemos un pinar.

Durante los dos próximos kilómetros seguiremos por este carril hasta llegar a la vía de servicio del canal. Frente a nosotros vemos un acueducto y poco después llegamos a su altura, es el llamado acueducto del Partenón. Y un poco más allá a la izquierda, en una curva, está la casilla de Alpedrete, que puede ser un buen refugio.

Seguimos por la carretera hasta que llegamos a un collado y enfrente vemos el pueblo de Alpedrete de la Sierra, aquí mismo encontramos una sendita que nos baja al pueblo. Durante el descenso nos encontramos con muchas bodegas, algunas en muy mal estado.


Llegamos a la plaza de Alpedrete donde podemos encontrar un bar y descansar un rato. En esta localidad nos unimos al GR-10 Senderos de la Miel y que ya no le abandonaremos hasta finalizar nuestra excursión en el Pontón de la Oliva. Para salir del pueblo seguiremos por la calle principal en dirección a la iglesia siguiendo ya las marcas blancas y rojas de este sendero.

Llegamos a la altura de la iglesia parroquial y aquí tomamos un camino que pronto se convertirá en senda y que empieza a descender hacia el fondo un valle.


Casi a un kilómetro del pueblo llegamos a una pista ancha que la seguiremos a la derecha. Veremos las marcas blancas y rojas que nos guiaran por el camino correcto. En unos 200 metros a la izquierda nos sale una senda que se adentra en el barranco del arroyo Reduvía, que se nos queda a la derecha.

Este tramo no tiene ninguna pérdida, pues no hay desvío, la senda está perfectamente marcada y señalizada.

En unos dos kilómetros la senda llega a la vía de servicio del canal. Nosotros la cruzaremos y seguiremos por la senda que continúa en descenso, durante los primeros metros va en paralelo a este carril, pero luego girará a la izquierda y se separa de él.

El descenso, sin complicaciones, nos lleva primero al cruce que habíamos dejado y que lleva a las cárcavas y posteriormente a la curva de la vía de servicio por la que anteriormente habíamos pasado. No tememos más que seguir descendiendo y poco después terminamos en el puente junto del río Lozoya junto al muro de contención del Pontón de la Oliva.