¡Hola a tod@s! ¿Qué tal el parón de Semana Santa? Espero que la hayáis disfrutado mucho, dentro de lo posible. Hoy vamos a ver cuál es el camino para encontrar vuestra propia voz a pesar de que os guste o no.

Cuando conozco a cantantes con quienes no había hablado antes, les suelo preguntar qué es lo que menos les gusta de su voz.

Me parece interesante ver desde su punto de vista los problemas vocales que puedan tener, porque eso me ayuda a darles las mejores referencias para que encuentren la solución.

Lo que es curioso es que a esta pregunta me suelen contestar: «nada, no me gusta nada».

Y es que a muchas personas no les gusta su voz.

Algunas veces es como cuando a alguien le gustaría estar más delgado porque está rellenito y a otro que está muy delgado le gustaría tener más chicha.

Simplemente les gustaría tener una voz más grave o más aguda.

Sin embargo hay otros casos en los que el problema es técnico y tiene solución.

¿Cuándo puedes cambiar las cosas que no te gustan de tu voz?

Cuando hay un problema técnico, igualmente no te gustará tu voz, pero el problema será algo más concreto.

En esos casos sí podemos hacer algo para solucionar el problema y mejorar tu voz.

Esto es súper importante que lo comprendas, porque la gente te dirá que no tienes talento para cantar por culpa de uno de estos puntos, y no es verdad, porque todos tienen solución.

Te nombro algunos de ellos:

1. Mi voz es muy estridente/ chillona.

Cuando esto pasa es porque la laringe está alta.

Tienes que intentar relajarla. Una manera muy sencilla es poner voz de bostezo. Si os ponéis los dedos en la laringe, o nuez en los hombres, os daréis cuenta que al bostezar ésta se mantiene baja.

No es una voz con la que tengas que terminar cantando, pero sí que te ayudará a entender una manera diferente de sentir tu voz.

2. Mi voz es nasal.

Estás tapando el conducto de la boca para cantar y sólo queda libre el conducto nasal.

Si tapas tu nariz e intentas cambiar cosas dentro de tu boca (la raíz de la lengua, el paladar..), te darás cuenta de que puedes llegar a controlar este problema y dejar de sonar nasal.

No te confundas, porque hay consonantes que siempre van a ser nasales y así es como debe ser (la «M», la «N» y la «Ñ»).

3. A mi voz le falta cuerpo.

Cuando pasa esto, las cuerdas vocales suelen separarse con facilidad, les falta aducción. Entonces tu voz suena aireada y sin cuerpo.

Tienes que intentar que tu voz cantada se parezca más a tu voz hablada.

Puede que a tu voz hablada también le falte cuerpo, pero es muy probable que te quedes más cerca de donde tienes que estar con la voz hablada que con la voz cantada.

4. Tengo una voz demasiado fuerte.

Cuando te da la sensación de que cantas demasiado fuerte, al contrario de lo que te explicaba antes, puede ser porque tengas demasiada aducción.

Para solucionar esto, puedes empezar cantando a un volumen más bajo (exageradamente bajo), para encontrar una manera diferente de hacer las cosas.

5. Desafino o me salen gallos.

La afinación es algo que merece un capítulo entero, porque puede ser por varios motivos.

Si es por culpa de falta de práctica, en un tiempo lo tendrás solucionado, pero a veces el problema lo causan algunos de los otros problemas que nombro aquí, así que arreglando esos problemas, se soluciona el tema de la afinación.

6. Mi voz no armoniza con la música.

Esto es cuando el tono está correcto, estás siguiendo el tempo, pero aún y así parece que la voz no encaje con la música.

El problema no es que tu voz sea fea, es que estás haciendo demasiado esfuerzo para cantar.

Cuando haces esto van a cambiar tus vocales y van a sonar más abiertas. Eso genera tensiones que harán que suenes peor.

Obsérvate en un espejo, porque lo más probable es que estés gesticulando demasiado.

Habla la frase que estás cantando y compara con cuando cantas, a ver cuánto cambian tus expresiones faciales.

¿Y entonces cómo tiene que ser tu voz?

«La felicidad aparece cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces están en armonía.»

Gandhi

Esta frase de Gandhi me gusta, porque aunque no significa lo mismo que yo quiero transmitiros, en parte lo es.

Cuando dejas de buscar unas sensaciones que no has sentido nunca, cuando no haces fuerza y dejas que tu voz fluya, entonces encontrarás la felicidad en tu voz.

Y como dice Gandhi, la felicidad (en tu voz) aparecerá, no la tendrás que buscar.

Hasta la semana que viene, un saludo.