¡Hola a tod@s! ¿Cómo estáis? Cuando estáis entrenando vuestra voz para cantar, es importante elegir bien las canciones que cantáis. Las características concretas de una canción pueden ayudaros con vuestra evolución vocal. Las notas por las que se mueven, los dibujos melódicos que hacen, si es más suave o más intensa… Todo influye para que una canción os ayude a entender mejor vuestra voz.

¿Cómo elijo una canción para practicar? A la hora de elegir una canción para practicar canto con ella debéis de tener en cuenta 3 cosas: 


1. Que te guste Es importante que sea una canción que os guste u os motive. Vais a pasar unas cuantas horas con ella y nadie quiere que le cojáis manía.

2. Que esté en tu rango Si es una canción que está dentro de vuestras posibilidades vocales lo sabréis porque podréis cantar todas las notas mejor o peor. Aunque haya algunas notas que se os desafinen un poco, o aunque no las podáis cantar con una voz más natural y tengáis que cambiar a voz de cabeza, no importa. 


Pero de lo que se trata es de que no os encontréis apretando para llegar a una nota que claramente no podéis cantar aún. Eso no os ayudará a mejorar. En cambio si todas las notas podéis cantarlas de una forma u otra, con eso sí podéis trabajar. 


3. Que no tenga una letra difícil o sea muy rápida Esta canción la queréis para practicar técnica vocal, así que no os interesa concentraros en la letra o el ritmo. Esto tiene que ser fácil para que podáis concentraros en los cambios que debe hacer vuestra voz. De hecho, un consejo que os doy para practicar es que substituyáis la letra en los trozos que os cuesten por sílabas que os resulten más sencillas. 

Elegid la vocal y la consonante con las que sintáis más comodidad o sólo una vocal o un sonido. (a, e, i, o, u; ma, la,…) Practicad de esta manera para entender primero las sensaciones que debéis sentir cuando lo estáis haciendo correctamente.

¿Cuándo cambio de canción? Cuando encontráis una canción con la que podéis practicar y os ayuda a encontrar sensaciones nuevas en vuestra voz, la manera de trabajar con ella no es hacerla hasta que os salga y después dejarla. 


De lo que se trata es de utilizar esa canción para que os ayude a reforzar y asentar las sensaciones que habéis encontrado. Puede que os aburráis de estar siempre con la misma canción, pero se trata de incorporar hábitos nuevos y eso siempre lleva tiempo. Podéis tener varias de éstas canciones en la recámara y recurrir a ellas cuando lo creáis conveniente. 

Pero sí puedes cambiar de perspectiva Con las canciones os puede pasar que haya cosas que no esteis viendo. Si lleváis mucho tiempo con la misma canción y siempre os equivocáis en el mismo sitio o siempre os cuesta la misma parte, sí es buena idea pasar a otra que quizás os ayudará a afrontar ésta de nuevo más adelante. 

Esto también pasa si hay una nota concreta que todavía no podéis cantar. El resto de la canción está bien que lo practiquéis hasta aburriros, pero no os debéis obsesionar con esa nota por ahora. Existen más canciones en el mundo Como os explicaba antes, las canciones de las que os hablo, son las canciones con las que practicar y mejorar. Esto no es lo mismo que tener una canción que queréis cantar porque sí. No significa que no podáis trabajarla, pero el enfoque no es el mismo. 

Tampoco significa que una misma canción no pueda cumplir las dos funciones. Es posible que sea una canción que os apetece cantar y que además la vayáis a utilizar para practicar. Si queréis cantar una canción que ahora mismo os resulta muy difícil, debéis leer esta frase de Thomas Fuller: «Todo es muy difícil antes de ser sencillo.»

Hasta aquí la clase de hoy, espero que os haya gustado. La semana que viene veremos todos, o casi todos, los géneros musicales que existen. Os lo traeré en formato vídeo y ya os digo que va a ser largo pero entretenido. ¡Hasta la semana que viene!